Saxa Ajo Picante era una niña de 9 años muy buena, pero que desde que cambio de
ciudad estaba muy triste. Sus compañeros le hacían bromas muy pesadas y se burlaban
de ella.
Una tarde, cuando salió del colegio, decidió ir para casa por el camino del espeso
bosque. Cansada, decidió sentarse bajo un majestuoso y milenario árbol. Dejo vagar su
mente. Estaba tan liberada… que sin darse cuenta se hizo de noche.
De repente noto una presencia. Se levanto y…. ¡¡¡UN VAMPIRO!!! Echo a correr pero
como no veía nada tropezó y cayó. El pequeño vampiro se echo a reír, se acerco a ella y
la tranquilizo, no quería hacerle daño. Luego se pusieron hablar un buen rato. Saxa, por
fin, desde hacia mucho tiempo se sintió bien, contenta, feliz… Desde aquel día su mejor
amigo era Poncho, el vampiro más travieso y aventurero que os podáis imaginar.