Sarpullido

Veredicto: Subiendo. No me lo esperaba. El sarpullido ya alcanza el reverso de mi mandíbula y las palabras del merchandising con él, acercándose peligrosamente al cerebro. Pronto me obsesionaré con extirparlo y en el intento me consumirá, siendo otra zombi más de su discurso apocalíptico, la era de las cremas ha llegado. El mercado ha hecho bien su trabajo.