Muros para ser libre

Estaba seguro. En cualquier momento el esperado sobre atravesaría la línea de meta que era su buzón y sería libre. 

De hecho, así ocurrió el 2 de abril a las 11:45. Había sido declarado oficialmente culpable por las autoridades del Estado y pasaría unos buenos años en prisión. Cuánto había anhelado la seguridad de unos muros firmes, protegidos contra el tiempo y la mundanal vida del exterior. 

No era un deseo irracional, lo irracional era que la gente no extrañara en absoluto el silencio y la reflexión, entregándose compulsivamente al frenesí de la hiperactividad y el estrés. De eso, de eso estaba seguro.