Dicen

Dicen que en la última casa que lleva al embarcadero murió una joven demente que, en uno de sus momentos de locura, resbaló por las escaleras y se desnucó. 
Dicen que eran las doce de la noche y que el reloj de cuco cantó en la hora de su muerte. 
Dicen que si paseas a la medianoche por el embarcadero escuchas una risa maligna y una voz femenina que repite una y otra vez el canto del cuco. 
Dicen que el Ouija sirve para contactar con los espíritus al otro lado. También dicen que a los espíritus malignos no les gusta bromear y toman represalias. 
Dicen los médicos que cuando alguien entra en coma; aunque no pueda ver, puede escuchar. Pero yo puedo ver como despierto y como mi madre sale apresuradamente de la habitación en busca del médico. Puedo ver como mis ojos me miran y una perversa sonrisa curva mis labios.
Dicen que los espíritus toman represalias.

“Cucú”