Amistad verdadera (Categoría +65)

Hay gente que dice que un verdadero amigo es para siempre, y otras que dicen que los amigos vienen y van, y no son eternos. Yo en mi caso creo en la verdadera amistad, en aquella que desde niñas ha permanecido y continua vigente a día de hoy. 

Yo vivía en un barrio de ruzafa y a la edad de 5 años empecé a ir al colegio, donde hice amistad con dos niñas que eran hermanas y que vivían en una calle cercana a la mía. Desde el principio fui con la más pequeña (Concha) a clase y congeniamos muy bien. Hasta los 14 años fuimos juntas a la misma clase, nos juntábamos para salir juntas cuando salíamos del colegio y los fines de semana también nos solíamos ver las tres. Además, mis padres y sus padres también hicieron una gran amistad debido a la relación tan buena que había entre nosotras. 

A la edad de 14 años, María, la hermana mayor y yo empezamos a trabajar juntas y Concha se marchó a una academia a estudiar. 

Los años fueron pasando, pero nuestra amistad continuaba igual de unida, siempre solíamos sacar tiempo para pasar momentos buenos las tres juntas. Cada vez que queríamos hacer un viaje, poníamos una hucha y todos los domingos metíamos 5 pesetas, para que así el viaje no fuera tan costoso para ninguna de las tres. 

Sin ser familia para mi ellas eran mucho más que eso, ya que desde el día en que las conocí supe que las querría como a nadie y el tiempo me dio la razón. A veces no es necesario que sea familia para llegar a querer a persona. 

Hace un año, Concha se marchó de nuestro lado dejando un bonito recuerdo. Ella murió de Alzheimer y fui una de las últimas personas a las que dejó de reconocer. Para mi fueron momentos muy duros ya que sentía que una parte de mí ya no estaba. 

María todavía vive, pero se encuentra privada y con un estado de salud malo. Me pone muy triste ver cómo han cambiado las cosas, pero me quedo con los buenos momentos vividos con ellas.